Pese a que el circuito estaba cerrado, Pat Symonds y el resto de ingenieros tuvieron que esperarle en varias ocasiones resignados: "Ahora lo hemos perdido", decían. La estrella española se hizo fotos con los trabajadores de la pista, los de un laboratorio cercano y hasta la Policía Local y la Guardia Civil. Todos le pidieron la victoria y él sólo sonreía. El lema más repetido fue el "a por ellos, que son pocos". A lo que Alonso contestaba: "Tienen razón, sólo son 19 pilotos más".
Para empezar la vuelta, a la salida de la curva 1, Fernando se subió al arcén para ver si permitía apurar al máximo el trazado en una vuelta de calificación. La 2 podría ser un teórico punto de adelantamiento, pero sólo en los primeros metros de carrera o si el de delante comete un error. A la salida se cierra y eso impide pasar por tracción al estilo de Hockenheim. La siguiente recta es corta y es la zona más pegada a los yates que pueblan el circuito, menos de lo esperado. Tras las enlazadas 4 y 5, que parecen sacadas de Montreal, toca acelerar a fondo hasta la apurada de la 8. El asturiano cree que ahí se puede intentar pasar a base de narices porque a continuación viene la delicada entrada al puente. Con sus juntas de entrada y de salida, parece un puente de Scalextric.
Alonso se detuvo en ellos para ver la construcción y le dio el visto bueno, aunque ha decidido levantar algo más el coche para afrontar esa zona. A la salida del puente le dice a Symonds: "Ésta es la curva más importante del circuito". Y es cierto, un error a la salida del puente puede arruinar todo el segundo sector del trazado. Es clave para alcanzar la máxima velocidad posible en la zona rápida anterior al mejor punto de adelantamiento, la curva 12, en la que se pasa de 325 a sólo 76 km/h y en segunda velocidad.
Llegamos a la zona final, la más de piloto. Allí le espera a Alonso una sorpresa. Una decena de empleadas de un laboratorio de veterinaria le abordan en mitad de la pista: "Fernando, ¿nos firmas un autógrafo?, que llevamos un año aguantando las obras". Alonso se acerca y comienza a recibir piropos mientras sus ingenieros y Nelsinho Piquet le esperan cariacontecidos. "Eres más guapo en persona, de verdad, mucho más guapo, hazte una foto con nosotras". Y se la hizo justo en la línea asfáltica donde piensa pasar a más de 200 km/h, no sin antes avisarlas: "Vale, vale, pero estoy trabajando, tengo que irme". Y se fue sonriente ante ese baño de cariño recibido. Cuando no gana, el deportista agradece mucho más el afecto de sus fans.
Fernando discute con Symonds sobre la delicada curva 20: "Ésta no es a fondo ni en la calificación". A lo que Pat contesta sonriente: "¿Por qué no?". Es ciega y pasarla a fondo sólo parece reservado para valientes. Las curvas 23 y 24, delicadas porque hay que colocar el coche para el último viraje, le encantan al español, que revisa la entrada a boxes justo antes de que le aborden las fuerzas de orden público.
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