Seguramente al leer el título de este hilo, muchos podrían pensar que entre estos dos iconos del automovilismo español sólo hay un paralelismo y es precisamente ese, los dos son campeones españoles y ya.
Pero la verdad, si nos paramos un poco a pensar, los paralelismos entre uno y otro son muchos, es incluso inquietante la de coincidencias que hay. Y es que, muchas veces la historia se repite, por casualidad o no. Todo esto teniendo presente que hablamos de alguien que ya ha terminado su historia (Carlos, al menos la principal) y otro que aún la sigue escribiendo (Fernando). Se viene ladrillo, así que espero que os interese el tema:
Los inicios:
Empecemos por el principio: Cómo consiguieron llegar a la cima y ser campeones del mundo. Fernando entró en la F1 en un equipo modesto como era Minardi, y luchando contra coches de mayor categoría consiguió labrarse un prestigio y que Renault empezara a contar con él, desbancando a Button en 2003 del asiento oficial. Cosa similar hizo Sainz, entró al mundial de rallys con un Ford Sierra tracción trasera, frente a los 4x4 Gr. A que en aquel momento dominaban el certamen. Algunas actuaciones estelares como marcar un scratch (mejor tiempo de un tramo) por delante de varios coches oficiales, hicieron que Ove Anderson (Jefe de Toyota) se fijase en él y lo sentara en uno de sus coches, en detrimento de otros como Didier Auriol que también iba con un tracción trasera.
Un Didier Auriol que años más tarde le ganaría un título al piloto de su 'promoción' que le desbancó, similar a lo que hizo Button en la F1, siendo también campeón a pesar de haber sido 'no elegido'.
Llegan los bicampeonatos:
Luego, una vez consolidados en sus respectivos equipos, se enfrentan a pluricampeones de la categoría (Schumacher en el caso de Alonso, Kankkunen en el de Sainz) y consiguen ganar dos títulos en un corto margen de tiempo. Se convierten en los primeros españoles en hacerlo y revolucionan la afición de su país.
Se abren nuevos horizontes:
Obviando la desventura de Sainz por Lancia, aquí el camino de los dos se une más que nunca.
Un reciente campeón español, llega a un equipo británico, en el cual debuta un talentoso joven británico caracterizado por una conducción espectacular, formando un equipo muy fuerte (con un coche muy bonito). Al final se lía la de Dios es cristo, en el equipo prefieren al joven británico que al bicampeón veterano y pierden el título de pilotos de ese año dejando tras de sí algunos espectáculos lamentables como órdenes de equipo desobedecidas y penosa gestión del equipo. ¿De quién estoy hablando? ¿De Sainz o de Alonso? pues sería válido para ambos, ya que su experiencia fue muy parecida... uno en Subaru/Prodrive y otro con McLaren-Mercedes. Aunque hubo diferencias como es lógico.
El trago de Carlos duró dos años, el de Fernando tan sólo uno. Sainz pudo ganar en el primer año, el campeonato se decidía en la última prueba, el RAC Rally de Inglaterra. En el equipo Subaru apoyan a su piloto... pero no tanto como a su promesa local, que va a ganar el Rally sin que nadie se lo impida, aún cuando su compañero se está jugando el título.
Todo esto, acompañado de algunos sabotajes con troncos en medio de la carretera por parte de los hijos de la gran bre... de los aficionados ingleses, dio lugar a un error de Carlos y al famoso "la cagamos, Luis", que aquí dejo para la posteridad:
Pero eso no fue nada comparado con lo que vino al año siguiente.
En ése, McRae empezó a ser una verdadera amenaza para Sainz, y se produjo el escándalo del Catalunya. Se llega al final de penúltimo día, los dos pilotos de Subaru mandan en la clasificación y sería temerario permitir que los dos luchasen por ganar la carrera teniendo el doblete asegurado, con lo que Subaru comunica a sus pilotos lo que hoy llamaríamos "Multi 21" y les ordena que no se ataquen ya que el resultado se ha decidido ya.
Los dos pilotos aceptan, McRae obviamente contrariado mientras que Sainz no lo ve como algo justo.
Llegamos al tercer día, mientras que el líder (Sainz) aplica la orden, el piloto que iba segundo empieza a volar y, aunque desde su equipo intentaron pararle, él hizo oídos sordos a todas las indicaciones (casi atropellando a aquellos que le hacían señas de que levantase el pie). Finalmente McRae gana el rally, ya que Sainz había reaccionado demasiado tarde a un ataque inesperado.
Al final Subaru penaliza a McRae y le da la victoria a Sainz, con el consiguiente cabreo de McRae y la polémica montada... llegando a la última carrera del año empatados a puntos y con las espadas en todo lo alto. Aquí dejo un vídeo que explica muy bien todo lo sucedido en el Catalunya (está en inglés, pero con lo que os he contado podéis más o menos atar cabos):
Seguro que tenéis una sensación de déjà vu leyendo todo eso ¿verdad? es como una mezcla entre lo que pasó en 2007 con Hamilton y Alonso y en 2013 con Vettel y Webber. Un claro ejemplo de que las órdenes de equipo siempre han sido como son en la actualidad. Aquelló pasó en los 90... seguimos igual.
Bien, la historia entre Sainz y McRae tuvo un final... McRae se llevó el título en la última carrera, corriendo en su casa. Las malas lenguas decían que Sainz corrió con un coche capado, y nadie lo negó años después.
No creo que tenga que reproducir la historia de Alonso-Hamilton, pero como se puede ver hay bastantes puntos en común, por lo que sigamos adelante porque hay mucho más.
La vuelta a casa:
Sainz y Alonso salen despavoridos de esos equipos en los que no han encajado, y los dos firman un contrato con el que vuelven a casa, a los equipos que les vieron convertirse en campeones del mundo: Renault y Toyota.
En el caso de Alonso, consigue hacerse efectivo, pero Sainz recibe la sorpresa de que el equipo Toyota queda descalificado del mundial ya que les han pillado usando turbos ilegales (curioso, ya que Renault también se vió envuelto en un escándalo al volver Alonso, el crashgate). Sainz tuvo que buscar una vía de escape, y la encontró con Ford. Con la que pasó un par de años en los que ganó carreras y subió a podios, pero no luchó por el título. Exactamente igual que Alonso en su vuelta a Renault.
¡Un nuevo rival apareció!:
Otra cosa que pasó en estos años: parecía que el álter ego de Sainz sería McRae, y el de Alonso Hamilton... pero un nuevo rival aparece, un rival que ganaría cuatro (o tres y medio) mundiales consecutivos en una época de competitividad extrema. ¿De quién hablamos ahora? pues una vez más de los dos, Makinen apareció para ganar 4 títulos seguidos con Mitsubishi, mientras que Vettel lo hizo con Red Bull y va camino de repetir la hazaña.
Desenlaces de campeonatos similares:
Tan parecido es el asunto, que en el año 98, Sainz y Makinen llegaron ambos siendo bicampeones del mundo a la última carrera, con el título a decidir solamente entre ellos dos. Nada más empezar, Makinen tiene un accidente que le arranca una rueda y le deja fuera de carrera. Sainz sólo tiene que llegar a meta 4º para ser campeón... pero se queda a pocos metros de la meta protagonizando el famoso: "¡trata de arrancarlo!".
Pues sí, exactamente igual que pasó este pasado año en la F1, Alonso y Vettel llegaron a Interlagos siendo bicampeones con el título en juego para saber quién se convertía en tricampeón. También Vettel tuvo un fuerte golpe al principio de la prueba, sólo que éste salió airoso.
Alonso, por su parte no tuvo ningún "¡trata de arrancarlo!", pero la derrota fue igualmente dura y si no, para muestra lo que pasó en Abu Dhabi.
Y aquí ya podríamos poner un "continuará..." porque Fernando aún tiene unos cuantos años por delante que Sainz ya finalizó. Éste siguió con 'la maldición del bicampeonato' que también padece Alonso. Sobre eso yo siempre he tenido clara mi postura, el número de títulos no definen un legado, y en el caso de estos dos pilotos se comprende muy bien.
Ojalá que Fernando rompa esa dichosa maldición, pero si no lo consigue, no debería ser considerado como un fracaso. En lo que a mí respecta, la imagen que tengo de Sainz o Fernando no habría cambiado nada de no haberse parado aquel Corolla o de no haberse encontrado con Petrov. Esas cosas son anécdotas, nada más, no definen la carrera de un piloto.
P.D: Seguro que me dejo muchas más similitudes en el tintero, y quién sabe si no tendremos más en el futuro...